MADAME BUTTERFLY. Gran Teatre del Liceu. 2019

 

 

“Hay algo en Lianna Haroutounian que es muy de agradecer. A parte de su voz de soprano lírica spinto, que anoche en el Liceu se mostró con cuerpo, cremosa y sin fisuras, tiene algo que no siempre se encuentra en las intérpretes que dan vida a Madama Butterfly: esa capacidad de volverse minimal, de mostrar sus emociones –muchas y muy intensas en ese tan transitado papel del repertorio operístico– sin que la gestualidad arruine al personaje… Ya en la primera aria de Cio-Cio San, “Un vel di vedremo”, cuando describe, feliz, sus horas de espera por el regreso de Pinkerton, atisbando cualquier navío que llega a lo lejos, el público irrumpió en la primera de las ovaciones.” Maricel Chavarría (La Vanguardia) “Lianna Haroutounian, que construyó una Butterfly casi perfecta tanto en lo vocal como en lo escénico…” Pablo Meléndez-Haddad (El Periódico) “Esta producción obliga a sacarlo todo, a vaciarse, y por tanto beneficia a cantantes como Lianna Haroutounian, que debutaba el sábado en el Liceu, y que es tan espléndida como cantante como lo consigue siendo como actriz.La soprano armenia, que venía de acumular buenas críticas en Estados Unidos precisamente interpretando a Butterfly, y que empieza a ser reconocida como una de las voces dramáticas más completas del momento -tanto cantando a Verdi como a Puccini-, parece haber nacido para interpretar a la geisha de Nagasaki: la canta sin efectismos, con voz clara y firme, y resulta creíble porque no exagera la tragedia. Cuando se mete en el papel, hace de su Cio-Cio San una mujer estoica, resolutiva e ilusionada, y no una plañidera irritante. Cantó el aria estelar, Un bel di vedremo, con seguridad y sin tentaciones de ninguna floritura, y no depositó la esperanza de una ovación sólo en esos tres minutos, sino en la lenta maduración de su rol, que fue mejorando a medida que avanzaban los minutos. En conjunto, su Butterfly es convincente, completa en cuerpo y canto, que es lo mismo que decir que bordeó la excelencia.” Javier Blánquez (El Mundo) “Haroutounian llevó las riendas del drama con una voz bella, plena, rica en matices y firme en los agudos. Su interpretación de Cio-Cio San, emotiva y sincera, transmite la angustia, el sufrimiento y la grandeza de la desdichada geisha con gran presencia escénica y desbordante expresividad. El sobrecogedor final, que es también la escena teatral mejor resuelta del montaje, fue memorable.” Javier Pérez Senz (El País) “En una òpera pràcticament d’un sol personatge, com ho és aquesta, cal que l’intèrpret sigui de categoria per tal que tot el muntatge funcioni. I això és ben bé el que passa amb la Butterfly de Lianna Haroutounian, La soprano armènia ha debutat al Liceu amb una interpretació magistral: matisada, viscuda, amb un cant rotund en les mitges veus i segur en el registre agut, i amb un color preciós, agradable d’escoltar, que va anar guanyant intensitat a mida que avançava la tragedia.” Gerard Guerra Ribó (elnacional.cat) “…la soprano armenia exhibió una voz de bello y cálido timbre que fue vehículo apropiado para expresar el candor de Cio-Cio-San, especialmente en el primer acto, con una proyección generosa que, al margen de anular al Pinkerton de Jorge de León en el arrebatado dúo, fue determinante para conferir la rotundidad necesaria en las escenas de mayor dramatismo del segundo y tercer acto. Haroutounian dio conmovedoramente vida a todas las facetas de Cio-Cio-San, con un canto siempre distinguido, de noble línea en el fraseo, lleno de sensualidad en el dúo con Pinkerton, pero pleno de patetismo, como después escuchar la humillante carta de Pinkerton leída por Sharpless («Due cose potreifar: tornar a divertir la gente, col cantar… oppure, meglio, morire».), o mordiente, en el arrebato de desesperación que sigue («Ah! m’hascordata?»). Tras la interpretación «Un bel dìvedremo», la soprano armenia puso el teatro patas arriba, como era de esperar, aunque ese no fue más que un detalle de una actuación espléndida soportada asimismo por un desempeño escénico adecuado.” Xavier Borja Bucar (Codalario) “La armenia Lianna Haroutounian  firmó un memorable debut en el coliseo barcelonés encarnando a la Butterfly, hasta el punto de salir al escenario a recibir los aplausos llorando aún a lágrima viva al acabar la función. Fue el resumen perfecto de lo que sucedió la noche del sábado en el estreno de esta obra maestra de la ópera. Haroutounian demostró un conocimiento profundo del personaje, dominando tanto la parte vocal como el movimiento escénico, con una gestualidad delicada y precisa. (…) No se puede salir al escenario a defender el personaje si no se ahonda en todo ese cúmulo de sutilezas, que la armenia conoce al dedillo.” Pep Gorgori (Abc)